Las flores de Bach son preparados bebibles elaborados a partir de extractos de flores de plantas silvestres recogidas en su punto óptimo de floración.
Cada esencia floral contiene la vibración pura de una cualidad. Cuando estamos sufriendo por cualquier circunstancia, podemos decir que en nosotros la vibración de alguna de las cualidades naturales es baja. Por ejemplo, la presencia de miedo paralizante podría entenderse como una disminución o carencia de la vibración correspondiente al coraje. Por tanto, las flores de Bach actúan elevando en nuestro interior la vibración de la cualidad necesaria disolviendo los efectos asociados a su carencia ya sean de tipo físico o emocional.
Estas esencias son efectivas en todos los seres vivos: seres humanos, animales y plantas. Son compatibles con tratamientos alternativos y alopáticos a los que no sustituyen. Se pueden beneficiar de ellas adultos, mujeres embarazadas, recién nacidos y niños porque no poseen contraindicaciones, no hay riesgo de sobredosis, no producen trastornos secundarios y no conllevan adicción.
Se trata de remedios naturales, eficaces e inocuos. Su toma produce la movilización del mundo emocional, la captación de información externa o interna que se desconocía, la manifestación de sentimientos y emociones bloqueadas permitiendo nuevas vivencias y percepciones.
En resumen podemos decir que la terapia floral entiende que los desequilibrios emocionales, sentimentales y de las ideas están en la predisposición y el origen de la enfermedad física y mental. Esta terapia constituye un método de tratamiento capaz de armonizarlos, disminuyendo la intensidad y frecuencia de padecimientos del ánimo tales como el odio, el miedo o la inseguridad, simplemente mediante el desarrollo de la cualidad opuesta: tolerancia, coraje o confianza, respectivamente.
En este sentido podemos decir que las esencias florales son un medio natural de armonización del ánimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario